miércoles, 1 de febrero de 2012


Joan Enric Vives, el obispo independentista

La semana pasada hacía referencia a dos entrevistas que habían concedido dos obispos catalanes, con unos titulares provocativos, que han creado bastante polémica, especialmente la de Don Jaume Pujol en TV3, tanto, que ha tenido que pedir disculpas públicas por sus opiniones sobre el colectivo homosexual. Y es que son muchos los obispos que necesitarían unas clases rápidas de como tienen que contestar en las entrevistas televisivas o de otros medios de comunicación para no generar polémicas estériles y para defender con mayor eficacia la doctrina oficial de la Iglesia. Pues si no teníamos bastante con aquellas entrevistas, nos encontramos después con otro jugoso titular y una entrevista que no tiene desperdicio, me refiero a la que ha concedido el copríncipe de Andorra (que además es obispo de Urgell), Don Joan Enric Vives al diario catalán (y nacionalista) El Punt AVUI.
El titular es ciertamente preocupante: "Los obispos estamos al lado de lo que quiera el pueblo catalán". Esta identificación entre la voluntad del pueblo catalán y de los obispos catalanes, es terrible, equivale a decir que si los catalanes votan al tripartito (izquierdoso anticlerical), como lo hicieron en las dos últimas legislaturas, los obispos han de estar de su lado, que si los catalanes quieren eutanasia, aborto y disolución de la familia, los obispos tienen que verlo con buenos ojos porque es la voluntad del soberano pueblo catalán. Pues no, esta opinión no es de recibo, primero los obispos tienen que defender la doctrina de la Iglesia aunque la mayoría de los ciudadanos de ese territorio o país estén en contra, y en segundo lugar ya está bien que algunos obispos catalanes se metan en política, y concretamente nacionalista, poniendo la "nación" por encima del magisterio de la Iglesia católica. Esto ya sucedió con motivo de la aprobación del Estatuto de Cataluña, que incluía contenidos moralmente inaceptables (como manifestaron públicamente colectivos católicos como E-cristians y tantos otros). Unos cuantos buenos y responsables obispos propuesieron una opinión episcopal conjunta contraria al Estatut, pero se toparon con el "clan nacionalista" capitaneado por Don Joan Enric (el más nacionalista del actual episcopado catalán) y algunos otros compinches, lo que obligó a hacer un redactado de circunstancias para contentar a todos, en el que más o menos se decía: "El Estatuto es bueno para Cataluña aunque contenga algunos aspectos que no sean positivos".
Pero es que además el titular en este caso no es engañoso, o sacado de contexto, todo el mundo tiene claro lo que quiere decir Don Joan Enric con esas palabras, y es en su opinión el legítimo derecho del pueblo catalán a proclamar su independencia. Porque el entrevistador le pregunta explícitamente sobre el tema: "¿Y si el pueblo catalán quiere la independencia?", a lo que el sucesor del obispo Martí Alanís (y también de Rodrigo Borgia) responde: "Pues lo que quiera, si es lo que el pueblo democráticamente quiere".
No acaba aquí su alegato nacionalista, también se le pregunta sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que obligó al recorte del Estatut, Don Joan Enric está en la misma linea, es decir la voluntad del pueblo de Cataluña está por encima de la del Tribunal Constitucional: "Es evidente que una vez el país (Cataluña), a través de su Parlamento, dió el visto bueno, se tenía que respetar la voluntad del pueblo. Creemos que el pueblo catalán se merece un respeto, y que no lo tuvo es evidente". Los nexos de unión con el resto de España tienen su importacia (relativa), lo importante, repite machaconamente el obispo de Urgell es la voluntad del pueblo catalán: "Los obispos de Cataluña, siempre hemos apostado por una buena relación con el resto de España, porque nos parece que los lazos históricos, culturales y sociales son muy grandes, pero es evidente que nosotros estamos al lado de lo que el pueblo catalán quiera".
Sorprende además que en la entrevista en diversos momentos hable en nombre de los obispos catalanes, cuando realmente no les representa, sólo representa su propia opinión. Afortunadamente la mayoría de los obispos catalanes ya no son nacionalistas y se preocupan de lo que se tienen que preocupar: del pueblo fiel a ellos confiados y de la Nueva Evangelización, no de ser monaguillos del gobierno nacionalista de turno.
Don Joan Enric Vives es el ultimo bastión de obispos nacionalistas que han sido abundantes y nefastos en Cataluña y las Vascongadas. Pero está prácticamente sólo. Incluso n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, que siempe he dicho que es un catalanista moderado (aunque tenga amigos y colaboradores muy nacionalistas), ha ido diluyendo cada vez más su discurso nacionalista, para poder fomentar su amistad con sus eminencias Rouco, Cañizares y compañía. Pero Vives está convencido que apoyado por el poder político nacionalista catalán, tiene así algunas posibilidades de aspirar a la sede barcelonesa. Yo creo que en Roma ya no están para más obispos nacionalistas ni experimentos con gaseosa para Barcelona, pero él sabrá porqué sigue jugando sus cartas de siempre.

Realidad

J. I. González Faus. Liebe Frau Merkel:
En mi país se cuenta el chiste de un conductor que circulaba por una autopista en sentido contrario. Cuando la policía de tráfico, comenzó a emitir un aviso alertando sobre un viajero que corría en contradirección, nuestro hombre exclamó: “¿sólo uno? Pues yo estoy viendo muchos”…
Permítame que le aplique el chiste. Pero muchos en Europa consideran nefasta su tozudez en la cuestión de los bonos europeos y las competencias del BCE, que no será propiamente banco si no tiene más misión que controlar la inflación; y deja a los países de la UE sin un verdadero Banco Central. Ud puede estar convencida de sus opiniones y tiene derecho a sustentarlas. Pero la democracia no consiste en que el más fuerte imponga su opinión simplemente por ser quien es. Una vieja fábula de Fedro cuenta que el león, la vaca, la oveja y la cabra, se unieron para formar una sociedad de defensa. Un día cazaron un ciervo y, al ir a repartirlo, argumentó el león: “yo escojo la primera parte porque me llamo león…” (“ego primam tollo partem quia nominor leo”). Ud parece imponer así sus convicciones que, según economistas importantes,  debilitan a la UE y sólo favorecen a los bancos alemanes. Los acreedores de los países sudeuropeos son, en su mayoría, bancos alemanes y franceses que reciben dinero del BCE al 1 % y nos lo prestan al 6 %. La política que Ud impone de recortes y austeridad, puede soportarla la economía alemana que no vive del consumo interior sino de las exportaciones. Pero es catastrófica para los países del sur porque les impide crecer, con lo que habrán de volver a endeudarse, sin poder salir de este círculo infernal.
Una paz impuesta a la fuerza, como la que soportó Alemania tras la primera guerra mundial, acaba teniendo consecuencias desastrosas. Se dice que necesitamos una Alemania europea; no una Europa alemana. Ud se obstina en llevarnos a la segunda alternativa y, de momento, sólo ha conseguido que la ilusión por Europa de hace unos años haya languidecido de forma alarmante. No sé si el final será salvar al euro hundiendo a Europa.
No estoy atacando a su país sino avisando contra modos impositivos y autoritarios de gobierno. Alemán era Erhard que hoy se avergonzaría de su política. Alemán es también el ex-canciller Schmidt al que tanto debe Europa y cuya visión sobre las relaciones entre Alemania y la UE era muy distinta de la suya. No hace mucho, con sus 92 años, alertó contra el ”espíritu matón” (sic) del partido de Ud, por culpa del cual Europa está perdiendo la confianza en Alemania: “no podemos propagar una deflación total ya que sin crecimiento ningún país podrá pagar sus cuentas”. Schmidt sabía que al “sacro imperio romano-germánico” de nuestra Edad Media no puede sustituirle hoy un “financiero imperio franco-germánico”; que Europa debe llamarse Europa (aunque lo pronunciemos de manera algo distinta) y no Deutschfrank ni Franlemania. Y que sería trágico para Alemania si, tras haber sido verdugo de Europa por absurdas razones racistas, volviera a serlo ahora inconscientemente por motivos “fi-nazieros” (con perdón por lo malo del chiste). Schmidt es tan alemán como Ud. Yo creo que mejor alemán pero, al evocarle, sólo pretendo que no rechace mis palabras con el patriotero recurso fácil de que son “un ataque a Alemania”.
Tampoco quisiera hablar con tono de superioridad: sé demasiado bien que nosotros no estamos libres de defectos. Me avergüenza, por ejemplo, que España, con mucho más sol, tenga menos energía solar que Alemania. Sé que Grecia mintió a la UE; pero el gobierno de Grecia no es el pueblo griego que es quien está pagando aquel fraude, urdido por Goldman Sachs en colaboración con el actual primer ministro griego impuesto por un “golpe de estado económico” (figura que hoy sustituye a los antiguos golpes de estado militares). Sé también que, por aquella época, Francia y Alemania contravinieron impunemente los topes de déficit presupuestario impuestos a la UE… Parece pues que todos tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes; ningún país ni raza es superior a los demás, aunque pueda pasar épocas mejores -o peores- que otros países. Por eso la única forma de convivencia razonable y ética es que sepamos dialogar aprendiendo a ceder cuando no somos mayoría, y a integrar de algún modo lo minoritario cuando sí somos mayoría…
No es tarea fácil. Pero en intentar llevarla a cabo, y no en ganar o imponerse como sea, es en lo que consiste la grandeza de la vocación política.

Precios por las nubes

Peter Smerdon, portavoz de las oficinas de la agencia en Nairobi, dijo que el costal de 50 kilogramos (110 libras) de maíz se ha encarecido entre 25 y 120% en algunas zonas remotas del Cuerno de Africa.

Se prevé que el precio del costal de cereales del mismo peso se elevará entre 40 y 50% en los próximos seis meses, agregó.

Las alzas globales de los alimentos y de los combustibles agravan las penurias a los más pobres, muchos de los cuales no se han recuperado siquiera de la sequía terrible registrada del 2007 al 2009 en la región, afirmó Sheeran.

Naciones Unidas dijo en el 2010 que los precios globales de los alimentos se encuentran en su nivel más alto en 20 años.